En un momento de enormes desafíos globales, la inversión de impacto surge como una fuerza capaz de generar cambios profundos.
¿Qué es la inversión de impacto?
La inversión de impacto va más allá de la gestión de riesgos, se trata de destinar recursos con el propósito de obtener retornos financieros y sociales y resultados palpables en pobreza, salud, educación y medio ambiente.
A diferencia de las estrategias ESG, que buscan mitigar riesgos, este enfoque exige evidencia sólida de los efectos en las comunidades y el planeta. La transparencia, la rendición de cuentas y el alineamiento con normas internacionales son pilares fundamentales.
Un mercado en expansión imparable
En 2025, el mercado global de inversión de impacto alcanzó USD 629,07 mil millones en 2025 y se proyecta que escale hasta USD 1,27 billones en 2029, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 19,4%.
Además, los activos bajo gestión superan los USD 1,1 billones, consolidando un sector dinámico que ha crecido más de un 21% anual entre 2019 y 2024.
Este crecimiento no solo revela un interés creciente, sino la confianza de inversionistas en la capacidad de combinar rentabilidad y propósito.
Tendencias clave para 2025
El sector configura sus prioridades en función de retos globales y oportunidades estratégicas:
- Medición y gestión del impacto: exigencia de métricas claras y reportes estandarizados.
- Fondos temáticos alineados con ODS: enfoque en cambio climático, equidad social y educación.
- Innovación en estructuras financieras: bonos verdes, sociales y blended finance para apalancar recursos.
- Tecnología y digitalización: plataformas de datos que optimizan decisiones y seguimiento.
Estas tendencias orientan la selección de proyectos y fortalecen la confianza de los actores involucrados.
Rendimiento financiero y comparación con fondos tradicionales
En el primer semestre de 2025, los fondos sostenibles entregaron un retorno mediano del 12,5%, frente al 9,2% de sus pares tradicionales. En capital privado, los inversionistas esperaban un 16% de retorno, alcanzando un 11% real.
La evidencia demuestra que es posible alcanzar una rentabilidad financiera y transformación social simultáneamente, desafiando la idea de un trade-off entre lucro y propósito.
Geografía y asignación de capital
La orientación geográfica revela dónde se necesita con más urgencia el capital consciente:
- África subsahariana: asignación prevista +53% en cinco años.
- Sudeste Asiático: incremento del 49%.
- Asia Oriental: aumento del 42%.
- Asia Meridional: crecimiento del 39%.
En estas regiones, las pequeñas y medianas empresas sostenibles operan como motores de desarrollo local, generando empleo y resiliencia.
Impulsores y desafíos en el camino
El auge de este mercado responde a varios factores:
• Participación activa de millennials y generación Z, que exigen coherencia entre valores e inversiones.
• Apoyo de organismos multilaterales y gobiernos a esquemas de financiamiento combinado.
• Conciencia global sobre cambio climático y desigualdad social.
Sin embargo, los retos persisten:
- Tensiones comerciales y aranceles que encarecen la medición y volatizan mercados.
- Falta de datos consistentes sobre impacto, sobre todo en economías emergentes.
- Reducción de fondos públicos tras cierres de agencias como USAID.
- Incertidumbre geopolítica que urge fortalecer la planificación de escenarios.
Impacto social y ambiental
Hasta la fecha, el capital de impacto ha beneficiado a más de 155,3 millones de personas, de las cuales el 59% son mujeres, promoviendo la equidad y el desarrollo inclusivo.
El enfoque en comunidades vulnerables y proyectos de energía limpia, agricultura sostenible y acceso a servicios básicos contribuye a la construcción de entornos resilientes.
Historias que inspiran
El caso de Inclusive Development Partners ilustra el riesgo que enfrenta el sector cuando fondos públicos se recortan: perdió el 90% de su presupuesto tras el cierre de USAID, afectando programas vitales para la infancia.
Por su parte, IIX Intelligence ha recolectado más de 160,000 puntos de datos de PYMEs sostenibles, impulsando un seguimiento de impacto basado en datos que fortalece la toma de decisiones y la transparencia.
Recomendaciones para el futuro
Para consolidar el crecimiento y la eficacia del capital consciente, es clave:
1. Diversificar geográfica y temáticamente para mitigar riesgos y maximizar oportunidades.
2. Acelerar la transformación digital, adoptando herramientas de análisis avanzadas.
3. Fortalecer la planificación de escenarios ante la volatilidad económica y política.
4. Fomentar la colaboración entre sectores público y privado y la participación ciudadana.
El momento de actuar es ahora: cada decisión de inversión puede contribuir a un planeta más justo, resiliente y próspero.