En un mundo que avanza con incertidumbres climáticas y sociales, las inversiones sostenibles emergen como la mejor ruta para generar impacto real y duradero. Las empresas y los inversores conviven hoy en un entorno donde la rentabilidad y el propósito deben ir de la mano.
El estado global del desarrollo sostenible en 2025
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijan 17 metas y 169 subobjetivos, con 234 indicadores oficiales que guían las políticas públicas y privadas en todo el planeta. Sin embargo, solo el 18% de las metas están en vías de cumplirse para 2030 y un 17% ha retrocedido, según el Informe Mundial ODS 2025.
A pesar de avances notables, como el acceso al 92% de electricidad en 2023 y progresos en digitalización y salud, existen retrocesos significativos en pobreza, seguridad alimentaria, cambio climático y biodiversidad. El Informe destaca la urgencia de acelerar los esfuerzos y reformar la arquitectura financiera global.
Redefiniendo la sostenibilidad: de reputación a exigencia
Hace una década, la sostenibilidad era un valor añadido en la estrategia corporativa; hoy es un imperativo normativo, financiero y social. Se entiende como la gestión transversal de factores ambientales, sociales y económicos, donde las empresas deben demostrar impacto con datos trazables y verificables.
El contexto pospandémico, la crisis climática y la creciente desigualdad han elevado las expectativas de la sociedad. Cumplir con criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) ya no es opcional, sino la base para la resiliencia empresarial y el futuro económico.
Crecimiento de las inversiones sostenibles en España y la UE
En España, los fondos con criterios ESG han registrado un fuerte crecimiento. A marzo de 2025, el patrimonio en fondos nacionales alineados con la sostenibilidad supera los 151.429 millones de euros, un 22,8% más que en marzo de 2024, representando el 37,1% del total de fondos nacionales.
Los partícipes en fondos artículo 8 y artículo 9 de la SFDR ya rozan los 8 millones de cuentas. Los primeros promueven características ESG, con un volumen de 148.781 millones de euros (36,5% del total), y los segundos, orientados a inversiones sostenibles, suman 2.647 millones de euros.
En la Unión Europea, la inversión extranjera directa (IED) alcanzó 1,4 billones de dólares en 2024. Además, la ayuda oficial al desarrollo ha crecido un 33% desde 2019, reflejando un compromiso creciente con la sostenibilidad a escala continental.
Rentabilidad y mitigación de riesgos a largo plazo
Lejos de ser un coste, el ESG es ahora una palanca de rentabilidad y mitigación de riesgos. Estudios de PwC muestran que el 40% de las empresas mantiene el calendario de reporting bajo los nuevos marcos regulatorios, el 56% ha incrementado recursos y el 40% dedica más tiempo directivo al ESG.
Los fondos y compañías con sólidas políticas de sostenibilidad exhiben mejor acceso a capital, mayor resiliencia ante crisis y preferencia de inversores conscientes. En mercados volátiles, estas carteras suelen comportarse con mayor estabilidad y perspectiva de crecimiento sostenible.
Normativa y transparencia: el nuevo estándar
La Directiva Europea de Información Corporativa sobre Sostenibilidad (CSRD) y los estándares ISSB marcan el rumbo hacia una transparencia sin precedentes. Miles de empresas en la UE ya publican informes bajo CSRD, mientras la SEC en Estados Unidos revisa sus normas de divulgación climática.
La diligencia debida en cadenas de suministro y la taxonomía verde se generalizan. En 2025, la tendencia global es clara: más comparabilidad, datos auditables y exigencia social por la veracidad de los informes ESG.
Tecnología e innovación al servicio del ESG
La digitalización es clave para gestionar datos de sostenibilidad con eficacia. Más de la mitad de las empresas con reporting ESG utiliza herramientas centralizadas que mejoran la toma de decisiones financieras, la planificación de inversiones y la gestión de riesgos climáticos.
- Almacenamiento seguro de datos de sostenibilidad
- Sistemas de cálculo de huella de carbono
- Plataformas de auditoría y reporting integradas
Esta centralización permite emplear la información de forma transversal en la cadena de suministro, la innovación y la gestión estratégica de riesgos, potenciando la eficiencia y la resiliencia.
Retos persistentes y brechas por cerrar
A pesar del avance, persisten desafíos globales: informalidad laboral, desigualdad, residuos alimentarios y electrónicos en máximos históricos, pérdida de cobertura forestal y biodiversidad. Europa lidera en desempeño ODS, pero enfrenta retos en producción y consumo responsables y acción climática.
- 1.120 millones de personas en asentamientos informales
- Solo el 8,4% del océano protegido
- Emisiones de CO₂ en máximos históricos
Camino hacia una economía con propósito
El sector privado y las alianzas público-privadas son fundamentales para cerrar las brechas de los ODS. La innovación en infraestructuras, servicios financieros verdes y la movilización de capital pueden transformar industrias y mejorar la calidad de vida.
España ocupa la posición 14 mundial en desempeño ODS, con logros en igualdad de género y conectividad digital, pero retos en biodiversidad y acción climática. Reformar la arquitectura financiera global permitirá canalizar inversiones sostenibles con mayor eficacia.
Al apostar por la sostenibilidad, inversores y empresas no solo aseguran rentabilidad, sino que contribuyen a un futuro equitativo y próspero. Ha llegado el momento de actuar con decisión: el planeta y las generaciones venideras lo agradecerán.